La Apitoxina no elimina las enfermedades articulares, pero las detiene y calma sus dolores, calambres y entumecimientos, actuando como relajante muscular, regenerando el cartílago y especialmente actuando como un muy potente anti – inflamatorio.
Los efectos comienzan a visualizarse promedialmente a partir de finalizada la tercera semana de consumo, aunque pueden verse antes o en casos más difíciles en los cuales los resultados no llegan hasta transcurrido el primer mes.
La Apitoxina se utiliza en el tratamiento de enfermedades como REUMA, ARTROSIS, ARTRITIS, CIÁTICA, PSORIASIS, ESCLEROSIS MÚLTIPLE, ETC.